miércoles, 29 de octubre de 2008

martes, 28 de octubre de 2008

La escafandra y la mariposa



``Solo el loco se ríe cuando no hay de que´´

2007. La escafandra y la mariposa de Julian Schnabel

lunes, 27 de octubre de 2008

Paris Je t´aime - Bastille


``De tanto comportarme como un hombre enamorado, volví a enamorarme´´

2006. Bastille de Isabel Coixet

domingo, 26 de octubre de 2008

Alas de cartón




Me has mordido haciendo supurar mis heridas, tu veneno ha recorrido cada gota de sangre que mora mi cuerpo, has manchado mi espíritu, has quemado mi inocencia. Me has sacado de mi vida y me has llevado a un avismo. El aura se me borró, el brillo en los ojos se ha secado y la sorrisa ha dejado de existir. Me bebo los recuerdos y me alimento de los recuerdos que nunca existieron. Me cortaste las alas y coartaste mi imaginación violando mi libertad.
Pero mi fuerza traspasa toda tu mezquindad, cada día subo la pared del avismo en el que me has sumido.
Al principio pensé en quedarme abajo, como un animalillo austado, arriconado hasta morir. Pero son tantas las ganas de rozar el cielo que día a día me encaramo a esta pared rocosa, sin descanso. Mi sabgre chorrea por ella, mientras me dejo las uñas en cada acometida. Unas veces me caigo y me desangro en el fondo, otras, estoy tan cerca que el viento casi me azota la cara.
No dudes, ni por un momento, que conseguiré salir, y entonces reuniré los pedazos de mi corazón y los fundiré regándolos con mi llanto, con mi sudor.
No volveré a caer en tu agujero de dolor, donde mora tu espíritu alimntándose de la inocencia que proporciona la ignorancia.

lunes, 20 de octubre de 2008

martes, 14 de octubre de 2008

Secretos que nunca te conté


Su estigma la reduce a la oscuridad, siempre a la sombra de cualquiera. Aprendió a vivir bajo un manto de secretismo y engaños que jamás llegó a creerse, reduciendo toda esperanza a alguna sonrisa espontanea.
Nadie la ve pasar por la calle, nadie la mira ni la siente, se ocultó en otra dimensión para nunca más ser víctima de ilusiones y fantasías falsas.
Pero mucho antes, cuando aún miraba las estrellas, era eclipsada por su brillo, por cualquier brillo, en realidad, por cualquier pequeñez que se situara a su lado. Todos la querían hasta que nadie la quiso, todos la echaban de menos hasta que olvidaron su existencia.
Entonces, y solo entonces encontró quien la acompañaría para simepre, el silencio.
Era nada entre todos, era nadie para todos. Abandonó su corazón helándose ante una fría noche de invierno, entre espinas, para herir mortalmente a quien quisiera robárselo de nuevo.
Con el corazón olvidado en cualquier lugar espinoso, dejó de levantar la vista al cielo, no quería escuchar el rumor del mar y nada podía conmoverla ya.
No lloraba, no reía, no sentía, solo moría por dentro, muy lentamente.
Una calzada rompe el equilibrio de un pueblo hace mucho deshabitado. Las puertas y ventanas bien cerradas. El cielo gris se confunde con el color de la piedra de las oscuras casas, ninguna luz, ninguna voz cercana. Así era su interior, como una aldea abandonada.
Un día ella misma olvidó su nombre, se lo llevó el viento en una violenta ráfaga. Su cuerpo se volvió ceniza y se deshizo poco a poco , fundiéndose con el aire, desplomándose en la arena, sin ser vista, sin ser sentida, sin ser nunca añorada.
Solo quedó el fantasma de un pasado que nuncá fue el suyo, vagando solo, por las calles empedradas, hasta siempre...

viernes, 3 de octubre de 2008

La importancia de los charcos


Volver a conocerte y a conocerme reflejada en tus ojos, a cobijarme en el miedo para comenzar a sembrar la duda. Volver a escribir historias con un final eterno y con dicha. Escuchar, como me trasportan tus palabras a sueños y utopías perdidas en un tiempo nunca demasiado lejano. Pasado intacto e irregular futuro conviviendo en las mismas manos que tiemblan al tocarte. Beber ingenuidad, como siempre, como nunca, y ver como florece hacia arriba, hacia tus labios para esbozar una sonrisa. Pensar que lucho y observarme tumbada, temblando, por cometer alguna locura que te impidiera olvidarme para siempre.
y volver a volver, a sentir, a volar y a soñar con solo pensarte.
Volver a comenzar para cometer los mismos errores, una y otra vez, una y otra vez.