domingo, 22 de febrero de 2009

Plaza castilla.4 de la mañana.


¿A qué vienen tantas tormentas de cielos encapotados?¿ Tanta tristeza y melancolía hacia aquello nunca existente? A ese morador de sueños y recuerdos fabricados por una imaginación alimentada de más... Tantas noches abrazadas a ilusiones estrelladas, ciegas a un cielo vacío de cualquier astro con un mínimo de resplandor. Tantos pensamientos que fluyen en torrentes desbocados hacia ninguna parte, esperando un tren cuyo recorrido expiró antes de pasar una vez si quiera.¿ Cúantas lagrimas debastadores tendrá que aguntar el viento en sus acometidas?
¿Dónde está el profeta que devolverá la luz a estos ojos ciegos? ¿ Y dónde el que arrancará esta venda que los impide volar?Acostumbrados a avanzar por la senda de la comodidad, dejamos de lado nuestro espíritu, olvidado en nuestro caminar. Nos autoenvenenamos con las escusas que la sociedad nos brinda para caer en la facilidad de la violencia gratuita, de la superficialidad, del no ver, no escuchar, ni sentir, ni volar...
Espinoso rencor del que nos alimentamos, veneno mortal que recorre lentamente nuestro cuerpo, borrando todo acto de compasión¿Qué nos ata a una vida de desesperanza e involución? Desubicados en el camino, nos creemos avanzar, cuando realmente retrocedemos a pasos de gigante. Nuestro vacío interior crece a medida que lo intentamos llenar con objetos que sólo lo hacen más grande. Y para superar nuestra verguenza, nuestro estigma, animamos a los de nuestro al rededor para que se sumerjan en la nuestra espiral de vacío existencial.
Ya es tarde, y ahí estás tú, luchando únicamente por un buen sitio frente al televisor, su pantalla te insulta pero tu no la oyes porque desconectaste el cerebro hace un rato.
Yo no paro de pensar, os miro, a la pantalla y a ti, y en ella sólo veo reflejada tu muerte, muerte de las manos que tocan la flauta que duerme tus sueños más transgresores.
Sigo pariendo pensamientos, incapaz de dormir. Asustada por el mañana que no podré ver, por tantos labios que no podré besar, por la sonrrisa que no podré disfrutar...
Entonces, al fin, me duermo y mis pensamientos vuelan con el sueño. Cuando despierto las reacciones se van pintando en distitnos colores sobre mi memoria. A veces el sabor dulce recorre mi lengua otras la rabia electriza mi piel.
Pero entonces sonrrio, porque pienso, porque sueño, porque vuelo, porque río.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes un don escribiendo y pensando, pequeña felina.

juan rafael dijo...

Los dóndes son contestados por porqués.

Andreico dijo...

Escribís con las entrañas, piba. Acabo de dejar de leer un ensayo de filosofía, prendo la máquina y me encuentro con tu texto... Já!
Un beso

Andreico dijo...

Hey! Agendá mi nuevo blog... Estoy de mudanza. Andreico se llama, Já!

Eterna reflexion dijo...

siempre me ha gustado estar desde las sombras, y no va mal :P

Unknown dijo...

Me ha encantado.

Reimos, volamos, soñamos. Nuestras utopías ni se compran ni se venden, se esconden para ser encontradas porque existen, reales y caprichosas. Grandes, inmensas, y nos enseñan en el arte de las son-risas, del odio y el amor.

Me ha encantado, reitero :)

Edu dijo...

soñar es descansar de la vida.
Un Saludo.

panterablanca dijo...

Pensar, soñar, volar, reír... eso ya es mucho, mucho más que simplemente ver la tele.
Besos salvajes.

Mr. TAS dijo...

en definitiva, porque vives!!!

Dara dijo...

Sonríe porque en la novena estrella, hay algo para ella.



Un miau grandote

Anónimo dijo...

Sueño con conocerte a trazvés de tus cuentos
Muy bien
Besazos

Isra dijo...

sonreir...
siempre hay q sonreir