domingo, 9 de mayo de 2010

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Estás aquí, sentada. Por tu cabeza han pasado ya infinidad de pensamientos, pero jamás das con la clave de todo, y quizá eso sea lo bonito de tu existencia. El no saber que haces aquí exactamente, sentada a los pies de un embalse, escuchando el rumor de los pájaros de fondo. Te incomoda la presencia de la gente, a veces crees que un árbol guarda más comprensión para ti que cualquier persona. Y entonces lloras, lloras por toda la mierda que rodea a tu raza y porque no quieres pertenecer a ella. Lloras porque prreferirías pacer en una pradera, viendo crecer día a día las flores, saltando por las lomas de las montañas y ensuciándote hasta que el barro te inunde de calor. Odias a la gente, porque destruye lo que amas, porque destruye su naturaleza y la torna en plástico y tonos grises.
Quisieras no volver a oir jamás el sonido del despertador o el sonido de un claxon metiéndote prisa en el cuerpo. Pero ahora los coches y despertadores están lejos, ni tan siquiera eres consciente de que alguna persona ande cerca.
y tú estás aquí, sentada, pensando, amando...

4 comentarios:

Helluo Librorum dijo...

Lo cobarde es querer ser otra cosa, como un animal, un vegetal o una piedra. Lo valiente es ser humano y cambiar, aunque sea un poco, aunque sea a unas pocas personas, el entorno que nos rodea, para hacerlo mejor tanto a humanos, animales, vegetales o piedras.

panterablanca dijo...

Menos mal que de vez en cuando encontramos momentos de paz, que evitan que nos volvamos locos... de vez en cuando, quizá menos de lo necesario.
Besos de pantera.

Flamígero dijo...

Creo que serías feliz en una de esas novelas de ciencia ficción donde la humanidad ha conseguido por fin el equilibrio entre la naturaleza y la ingeniería, con sus ciudades con edificios totalmente forrados de vegetación como el de caixaforum, con sus vehículos electricos sin emisiones ni ruidos, sus calles pulcras e impolutas donde los arboles forman una bóveda con sus ramas a cada lado; con sus parques integrados entre los edificios, diseñados para que parezcan silvestres sin llegar a serlos, con sus estanques y su vegetación exuberante... en definitiva un mundo donde reine la armonía y todo haya sido diseñado para ser eficiente, y por lo tanto en modo de vida de los humanos que la pueblan iría acorde con esa filosofía.


Lo triste es que todo esto ya se podría hacer hoy en día, pero no viviremos para verlo me temo, no al menos en este país.

kayako saeki dijo...

Disfruta de ese momento de paz, de amor, de intimidad.... Aprovecha para rekargar esa energia ke la ciudad nos roba.... Y aprieta fuerte los puños para seguir luchando kontra todo lo ke odias...kontra todo lo ke odiamos....

besitos...