jueves, 7 de agosto de 2008


Hubo un día en que perdí el rumbo, un día en el pasado, no muy lejano, en el que el cielo me besó la espalda. Queriendo llorar solo salían sonrisas de mis ojos, un día en que quería arrancarme la piel, pero no podía parar de ser feliz. Se apagaron todas las luces, la oscuridad me invadía, pero no era capaz de dejar de bailar con las estrellas. Mírate en la casa de los espejos y no verás más que mis dos pupilas sonrientes ocupándolo todo, mientras la risa se pasea por caminos que dejan su polvo en mis zapatos. 
Sentarse a los pies de un lago y percatarse de que todo es perfecto, que mi sintonía con el mundo es tan grande, que ningún dios podría estropearla. Miro a la persona que descansa a mi lado, tanta compenetración me duele, tanto amor hace que mi espíritu quiera marcharse, salir por mi boca y bailar con el suyo. De fondo un violín rompe el viento, mientras el sol se esconde tras una hilera de árboles. Ahora soy capaz de llorar, pero de alegría, me late tanto el corazón que podría abarcar la tierra y abrazarla hasta hacerla feliz. Tanto amor quema, me eleva, me condena a volar eternamente por un cielo que se pinta azul y cuya redondez me sitúa en una gigantesca bola de cristal, donde todo reluce. Es todo tan bonito, que ya no se que hago yo aquí descuadrando el paisaje.
A ratos me atrapan la decadencia y la desidia, pero solo el ínfimo recuerdo es suficiente para pintarme una sencilla sonrisa. 

4 comentarios:

Adriana* dijo...

Aveces la felicidad es amarga o la amargura es felicidad ya lo decia kant que la virtud no da felicidad al hombre ni la felicidad da virtud:P
me desvie un pelin :D

Mr. TAS dijo...

¿exceso de amor = amargura? no puede ser.... XD

un saludo

panterablanca dijo...

¿Estás enamorada? qué hermoso. Qué bien describes las sensaciones que el enamoramiento produce.
Besos selváticos.

Anónimo dijo...

me encanta, ojalá un día me escribas algo así: no saldé huyendo, no creo, me caes bien

bs